Hoy voy a realizar mi comentario sobre el descuidado comportamiento que tienen muchos hombres con sus parejas. Y lo voy a hacer hablando de un hombre que estuvo un tiempo en lo que él llama “el monte”, a la caza, como un lobo solitario.
El lobo al que me refiero y que él me dijo que fue, es un lobo de ciudad y “cazaba” especialmente a mujeres que estaban desatendidas por sus parejas, y no para hacerlas ningún daño sino todo lo contrario, para darles el cariño y el placer que sus parejas no les daban al tenerlas desatendidas.
Según observé en esta conversación, una cualidad de este lobo solitario ha sido la discreción puesto que ni nombra ni alardea de sus conquistas.
Según él, estuvo seduciendo principalmente a señoras que tenían pareja y un caballero que se precie debe guardar absoluto silencio al respecto.
El descuido de estos hombres a los que me estoy refiriendo empieza al no valorar a sus parejas como se merecen. Y si tú no la valoras, alguien llegará y lo hará por ti. Si tú no le das cariño, no la besas, no le das amor, en una palabra, no la cuidas, alguien llegará y la cuidará por ti. Y pudiera ser un lobo solitario.
El amor y el cariño son como un jardín, hay que regarlo todos los días. Un abrazo, un beso, un te quiero, es como el agua que riega ese jardín. Tienes que enamorar a tu pareja todos los días, porque si tú no lo haces, alguien llegará y lo hará por ti y pudiera ser un lobo solitario.
Tienes que llevar a tu pareja a que vibre en el amor porque la vibración del amor nos libera de pensamientos y emociones negativos.
El peor enemigo de una relación de pareja es la rutina. Cuando a tu amada ya no la ves con el deseo que siempre has sentido por ella empiezas a descuidarla y entonces cometes un grave error. La estás empujando a que te sea infiel, y no es culpa suya: la culpa es tuya porque si en esos momentos que está a falta de ti, a falta de tu amor, a falta de tus caricias, del placer que sentía cuando la abrazabas y le hacías el amor, si en ese momento llega un lobo solitario muy posiblemente se le entregue para recibir todo aquello que tú has dejado de darla.
Ya lo dice la letra de la canción “Lágrimas negras”:

Para que nadie se sienta ofendido quiero aclarar el uso que hago de ciertas palabras en este comentario, al usarlas metafóricamente con relación al monte, la caza y el lobo solitario:
El monte se refiere a cualquier núcleo urbano, cazar equivale a seducir, el lobo es el seductor nato y es solitario en tanto que actúa solo.
En conclusión, estoy hablando del cortejo y galanteo, siempre cortés y respetuoso, con las mujeres que son receptivas a las atenciones de este lobo solitario debido a que se sienten desatendidas por sus parejas.
Deja una respuesta